El verano ha llegado un año más y comenzamos a llevar calzado abierto o sandalias. ¿Cuál es el tipo de calzado más adecuado para el verano? En COPOMUR os damos algunos consejos ¡Sigue leyendo!
Índice de contenidos
4 Consejos para escoger el tipo de calzado más adecuado para el verano
En los meses de verano nuestros pies sufren más, están más expuestos, el cambio de calzado, pasamos más tiempo descalzos en espacios públicos, etc. Es importante prestarles la debida atención en estos meses para mantener una buena salud del pie, sigue tus rutinas de cuidado de los pies y visita al podólogo.
Patologías como las infecciones, hongos, verrugas plantares o papilomas, incluso grietas en los talones, son algunos de los problemas más comunes durante el periodo estival. Es importante evitar ir descalzo en piscinas y espacios públicos para prevenir contagio por infecciones y hongos. Pero también, es importante saber qué tipo de calzado es el más adecuado durante esta época del año, evitándose posibles molestias o problemas derivados del uso de calzado inadecuado.
Consejos para escoger el calzado adecuado
Es importante usar un calzado que nos proporcione la sujeción necesaria en nuestros pies. Las chanclas, sandalias y demás calzado de verano, a menudo no nos proporcionan la adecuada sujeción. ¿Debemos evitar el uso de este tipo de calzado? No, pero debemos tener en cuenta una serie de factores que influyen en la estabilidad y salud de nuestros pies al usar este tipo de calzado.
Materiales naturales
Escoge siempre materiales naturales como el cuero, algodón o lona. Son materiales que se adaptan muy bien a nuestros pies, además, son flexibles y permiten la transpiración del pie, algo muy importante durante estos meses de calor. Evita materiales como plástico o acrílicos que pueden producir lesiones en la piel.
Las suelas de esparto o madera no son tampoco una buena opción, especialmente si se van a llevar durante mucho tiempo. Sandalias, zapatos, náuticos, mallorquinas, etc. Siempre de materiales naturales y transpirables.
Calzado abierto y transpirable
Este tipo de calzado permiten que nuestros pies respiren, algo muy necesario durante los meses de calor, en el que la sudoración en nuestros pies aumenta. Si optamos por usar calzado cerrado, debemos optar por zapatos que transpiren, favoreciendo el control de la humedad en el pie. En caso de usar calcetines para evitar rozaduras, hay que cambiarlos con regularidad.
Suelas resistentes
Los podólogos recomiendan escoger un calzado con la mayor sujeción posible y con una suela que no sea demasiado fina o plana, ya que de esta forma aumenta el riesgo de padecer fascitis plantar, tendón de Aquiles, etc. Lo recomendado es que la suela de las sandalias sea de 2 o 3 cm, que aporte confort y evite la aparición de molestias indeseadas. En caso de usar tacones no debe superar los 5 cm de altura.
Sujeción del pie
Usa sandalias que vayan sujetas al talón y el antepié, de forma que:
- Recoja el pie y le de sujeción a la hora de dar el paso.
- Tenga buenos contrafuertes.
- Suela que amortigüe.
El uso de calzado cerrado como lonas es más adecuado que el deportivo, aunque también pueden usarse estos últimos si vamos a practicar alguna actividad deportiva. Eso sí, asegúrate de que permiten la transpiración en el pie.
Errores que debemos evitar a la hora de escoger el calzado para el verano
A la hora de escoger un tipo de calzado u otro para el verano, hay una serie de recomendaciones que debemos tener en cuenta si queremos evitar lesiones en el pie. Lo fundamental es evitar el uso prolongado de chanclas o chancletas, ya que generan inestabilidad en el pie, no nos aseguran una adecuada sujeción, los dedos hacen un sobreesfuerzo al caminar.
Sin embargo, si vamos a la piscina o playa sí es recomendable su uso, igual que en gimnasios y vestuarios como medida de protección ante posibles hongos. También es recomendable tener cuidado con:
- El uso de tacones muy altos, que hacen que nuestros pies estén en tensión, pudiendo provocar lesiones y molestias. Se recomienda su uso de forma muy moderada.
- Alpargatas con tacón de cuña, pueden provocar esguinces, debido a su inestabilidad y dificultad al caminar. Apuesta por un tacón más ancho y más bajo, con suelas con una buena tracción.
- El uso continuado de chanclas no aporta sujeción por lo que provocan dolor en el talón y los arcos plantares, además de problemas de amortiguación en el pie.
- Si eliges unas sandalias de plataforma, apuesta por un tacón moderado para tener mayor estabilidad y evitar dolores en la planta del pie.
- Las sandalias romanas (de tiras con tacón alto) no proporcionan un correcto apoyo, además las tiras pueden producir irritaciones por el roce y ampollas.
- Los zapatos de estilo náutico escógelos de materiales transpirables y naturales como la piel.
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