La artrosis es una enfermedad degenerativa que puede afectar a diferentes áreas del cuerpo. En COPOMUR os contamos qué es la artrosis en el pie y cuáles son sus síntomas ¡Sigue leyendo!
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Artrosis en el pie: ¿Cuáles son sus síntomas?
El dolor suele ser la primera señal de la artrosis, enfermedad degenerativa que puede afectar también a tus pies. Como hemos señalado en varias ocasiones, es importante acudir a las revisiones con tu podólogo para poder evaluar el estado y salud de tus pies, además de detectar posibles lesiones, molestias o problemas con la mayor brevedad para su correcto tratamiento.
Esta patología produce un desgaste del cartílago que recubre las articulaciones, provocando deformidad leve en la superficie articular, produciendo molestias. Estos dolores se producen a causa de una de las funciones del cartílago, la amortiguación.
Si notas cualquier molestia en la zona del empeine desde hace tiempo y ésta dolencia no tiene relación con la realización de ningún tipo de actividad o lesión, debes plantearte que quizás se deba a otro tipo de problema, como puede ser la artrosis. La artrosis es una enfermedad degenerativa que lesiona el cartílago articular y provoca dolor y rigidez en la zona afectada. La artrosis en el pie, especialmente en el empeine es una afección común en los pies, la cuál cuesta diagnosticarla.
Síntomas de la artrosis en el pie
Normalmente, la mayoría de pacientes acuden por una molestia rara en la zona del empeine que se prolonga desde hace tiempo. Los síntomas más característicos que podemos encontrar:
- Dolor agudo en la cara interna del pie y en la zona dorsal.
- Abultamiento en la zona afectada por el dolor.
- Dolores intermitentes, además de calor, rubor e impotencia funcional en el pie.
- Mayor rigidez en la zona.
- Hinchazón.
- Deformación de la estructura ósea.
- Disminución de la fuerza en el pie, especialmente a la hora de realizar movimientos articulares.
Como consecuencia de la alteración estructural, puede asociarse a:
- Aparición de callosidades en el pie.
- Engrosamiento de las uñas o uñas encarnadas.
- Alteraciones en la coloración de los pies.
La artrosis, como ya hemos comentado, puede afectar a cualquier articulación, aunque tiende a producirse en aquellas articulaciones sometidas a mayor sobrecarga de movimiento o presión.
En las personas cuyo primer metatarsiano (primer dedo del pie) es más corto que el segundo, suele ser más común sufrir artrosis en el pie. Sin embargo, influyen otras alteraciones, además de prestar especial atención cuando se practica algún deporte, debido a la hiperactividad en la zona de los pies.
Factores de riesgo
No existe una causa específica de la artrosis en los pies, sin embargo, existen distintos factores de riesgo relacionados con esta enfermedad:
- La edad: el desgaste de las articulaciones provocado por la edad.
- Sexo: las mujeres suelen padecer más esta patología que los hombres, especialmente a partir de la menopausia.
- Genética: cómo sucede en otras enfermedades suele existir un componente genético que afecta.
- Actividad física: especialmente en los deportistas profesionales, cuyos entrenamientos consisten en muchas repeticiones que sobrecargan las articulaciones, debido a que el deporte afecta a nuestros pies.
- Lesiones deportivas: traumatismos, esguinces o fracturas frecuentes pueden desencadenar en artrosis en el pie.
- Sedentarismo: la falta de ejercicio es igual de mala que el exceso, el sedentarismo aumenta el riesgo de obesidad y con ello, de padecer artrosis, entre otras enfermedades.
- Actividad diaria: las rutinas, posturas, movimientos diarios, etc. Estas sobrecargas pueden suponer el desencadenante de la artrosis.
- Otro tipo de patologías y enfermedades pueden desencadenar en una artrosis.
En los casos de artrosis en el pie, es fundamental un diagnóstico y tratamiento precoz para mitigar la degeneración de la articulación. Es fundamental visitar al podólogo.
Consejos para disminuir las molestias
Para poder aliviar el dolor y disminuir las molestias hay unos consejos que podemos seguir:
- Movilizar las articulaciones, mediante movilizaciones activas del tobillo y los huesos del pie (como la flexión y extensión del tobillo). Realizar círculos con el pie y tobillo, además de flexionar los dedos hacia arriba.
- Calzado adecuado, debemos utilizar el calzado más conveniente según la fase de la artrosis en la que nos encontremos, cuando menos molestias se sufren las articulaciones deben tener libertad de movimiento.
- Baño de contraste frío-calor, activan la circulación y ayudan a disminuir los procesos dolorosos.
- Caminar sobre terreno blando.
- Control de peso, la artrosis supone una pérdida de amortiguación, por lo que el peso corporal influye directamente sobre las articulaciones. La obesidad no es buena ni para la salud de nuestros pies ni en general.
- Masajes en los pies.
- Control y seguimiento con tu podólogo.
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