Los pies son una parte importante de nuestro cuerpo, ya que son la base, los que soportan todo nuestro peso corporal a lo largo del día. Es muy importante cuidar nuestros pies y acudir a un podólogo para que revise y determine la salud de nuestros pies. En COPOMUR os contamos cuándo debemos acudir al podólogo ¡Sigue leyendo!
Índice de contenidos
¿Cuándo debemos acudir a un podólogo?
Cuando nos encontramos mal, acudimos al médico, pues igual sucede con nuestros pies, debemos acudir a un podólogo tanto si tenemos molestias como para una revisión. El podólogo colegiado, es el profesional sanitario con los conocimientos, aptitudes y habilidades necesarias para realizar la prevención, diagnóstico y tratamiento de afecciones y deformidades de los pies. Cuando tenemos algún problema en los pies nuestras actividades cotidianas pueden verse afectadas, por ello, es muy importante tener un buen cuidado de los pies y acudir al podólogo ante la más mínima molestia.
El pie está compuesto por 26 huesos y más de 100 músculos, tendones y ligamentos. Gracias a los pies podemos caminar y desplazarnos soportando todo el peso del cuerpo. Acudir a tu podólogo de confianza permite que te asesore sobre el calzado adecuado para cada estación, tu tipo de pie, la forma en la que pisas, prevenir afecciones e infecciones, así como darte las pautas necesarias para un cuidado adecuado de nuestros pies.
5 Razones para ir al podólogo
¿Sueles acudir al podólogo sólo cuando tienes alguna dolencia o problema en los pies? A continuación te contamos por qué debes acudir al menos una vez al año al podólogo aunque no existan molestias, simplemente por prevención y por la salud de tus pies.
Prevención
Debemos acudir al podólogo para prevenir molestias y problemas futuros a tiempo, detectar anomalías: lesiones accidentales, dolor sin causa aparente, coloración inusual de las uñas, descamación, durezas persistentes, etc.
Conocer tu cuerpo y pisada
La forma en la que pisamos es más importante de lo que pensamos, ya que puede ser la causa de lesiones y molestias en los pies. Detectar y corregir la forma de nuestra pisada es fundamental para prevenir posibles o futuras lesiones. A través de un estudio de la pisada el podólogo puede ver cómo se comporta nuestro cuerpo cuando caminamos y diagnosticar o prevenir la aparición de lesiones musculares y osteoarticulares (fascitis plantar, tendinitis, sobrecarga muscular, etc.)
Cuidar nuestro pie en el deporte
Si realizamos algún tipo de actividad física o deportiva, es conveniente visitar regularmente a nuestro podólogo. Cuando practicamos deporte realizamos miles de repeticiones de determinados movimientos y gestos que pueden sobrecargar los pies. Una mala pisada en este tipo de actividades puede generar alteraciones importantes en el resto del cuerpo. Tanto si realizas de forma habitual, como si te estás iniciando en el deporte, es recomendable visitar al podólogo, que realice un estudio de la pisada ofreciendo asesoramiento sobre el calzado más adecuado para ti. De esta forma se consigue que la práctica deportiva sea más eficiente y evitamos posibles lesiones o alteraciones.
Observar el pie en distintas etapas de crecimiento
La primera revisión se recomienda a las 3 – 4 años, salvo que haya indicios o los padres hayan detectado algo en la forma de pisar del niño que les llame la atención: vuelque mucho el pie, se caiga con frecuencia, meta el pie hacia dentro, el pie al apoyar se vea plano, etc. A partir de los 3 años, los huesos del pie se han formado y por ello es recomendable una monitorización y exploración a esta edad.
A partir de los 8 años, los niños comienzan con patrones de marcha similares a los adultos, se recomienda hacer revisiones que permitan detectar cambios o anomalías en el patrón de la marcha del niño. Ya en la adolescencia, debemos plantear la siguiente exploración del pie y postura, es un momento de cambios hormonales y en su sistema musculoesquelético.
El pie en la edad adulta y tercera edad
En la edad adulta es fundamental visitar al podólogo si tienes diabetes, al menos para una exploración anual y comprobar la salud del pie. El podólogo irá pautando revisiones periódicas para evitar heridas en el pie, además de identificar alteraciones antes de que aparezcan. Si eres diabético, sin importar la edad debes acudir cuando sea necesario a tu revisión y tratamientos con el podólogo. En la tercera edad, nuestra movilidad y habilidades se ven reducidas, por eso, es importante realizar revisiones para ver la salud de nuestros pies, además de pedir ayuda para el corte de uñas y limpiezas, con el fin de garantizar el cuidado y salud del pie.
Realmente no existe una edad obligatoria a partir de la cual realizar tu visita al podólogo. Si desde edades tempranas acudimos a revisión, podemos diagnosticar y tratar a tiempo posibles anomalías evitando problemas mayores en el futuro. En la edad adulta es imprescindible continuar con las visitas al podólogo para prevención. Y es que los pies deben cuidarse diariamente y con atención podológica periódica para una buena salud del pie. Cuanto antes tratemos la salud de nuestro pie, antes podremos disfrutar de cada paso y prevenir alteraciones.
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