Es una inflamación del tejido fibroso (fascia plantar) y puede causar dolor agudo en el talón. Es una patología bastante frecuente y en COPOMUR queremos contaros qué es y cómo evitarla ¡Sigue leyendo!
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Fascitis plantar: ¿Qué es y cómo evitarla?
Es una de las causas más comunes de dolor en el talón. Consiste en la inflamación de la banda gruesa de tejido que atraviesa la planta del pie y conecta el hueso del talón con los dedos de los pies, llamada fascia plantar. La cuál desempeña una importante función biomecánica al caminar, ya que es la responsable de mantener el arco plantar, absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie impacta contra el suelo y proteger los metatarsianos, evitando el exceso de flexión dorsal de los dedos.
La fascitis plantar, es la inflamación de esa fascia y produce un dolor punzante que suele aparecer con los primeros pasos de la mañana. Conforme vamos moviéndonos cuando te levantas, el dolor suele disminuir, aunque puede volver a reaparecer al estar de pie mucho tiempo o cuando te poner de pie después de estar mucho tiempo sentado. Esta patología es bastante común en la gente deportista (runners, atletas, futbolistas, etc.), aunque también puede aparecer a partir de los 45 años.
Síntomas de la fascitis plantar
El principal síntoma de la fascitis plantar es un dolor agudo en la zona interna del talón, en la zona de inserción de la fascia plantar. Como hemos comentado, este dolor suele ser más intenso en los primeros pasos que damos cuando nos levantamos, debido al reposo de la noche. Una vez se ha caminado un poco, la fascia se estira y el dolor disminuye.
En las personas que son deportistas y sufren este tipo de dolor, suele darse por las mañanas y justo después de practicar deporte. Cuando aparecen los primeros síntomas debemos consultar con un podólogo y tomar medidas para que el problema no se agudice. Ya que la forma de pisar es una de las principales causas para sufrir fascitis plantar. Aquellas personas que tienden a cargar el pie hacia la izquierda (pronación) al pisar, son los más propensos a sufrir esta dolencia.
El tipo de pies también influye en la aparición de las fascitis plantar. Por ejemplo, en los pies cavos (puente más elevado de los normales) u en los pies que tienden a desplomarse hacia el interior (valgos) es más habitual que surja esta patología. En ambos casos hay una disminución del apoyo en la zona externa, que deja la fascia con mayor tensión.
¿Cómo podemos evitar y tratar la fascitis plantar?
Lo primero que debemos hacer para prevenir esta patología, es acudir a un podólogo colegiado, donde puedan examinar y remitir un diagnóstico adecuado sobre la forma de pisar y el tratamiento a seguir para evitar posibles lesiones o problemas, como la fascitis plantar. Es muy importante localizar cualquier posible causa que pueda producir la fascitis plantar, ya que la mayor dificultad para resolver este problema es centrarse únicamente en los síntomas más que en las causas. La inflamación que causa el dolor se puede tratar de muchas formas, sin embargo, lo realmente importante es disminuir la tensión generada en la fascia plantar.
La forma de nuestro pie o nuestra pisada, incluso la combinación de ambos pueden ser la causa de que se genera esa tensión en la fascia. Por ello, para conseguir tratar con efectividad este problema debemos localizar qué lo ha producido y corregir la forma de pisar para evitar que pueda producirse de nuevo. Para aliviar los síntomas, se pueden realizar estiramientos y ejercicios de fortalecimiento dados por un profesional. El tratamiento habitual suele combinar medicación con anti-inflamatorios y diferentes tratamientos de fisioterapia.
Por mucho que consigamos aliviar la dolencia y los síntomas, lo primordial es descubrir la causa que originó la primera fascitis plantar, ya que sino, puede que esto se repita en otras ocasiones, llegando a convertirse en un problema agudo. Para ello, es recomendable la realización de un estudio de la pisada para valorar si las posibles causas de la fascitis tienen relación directa con la forma de pisar del paciente. Si fuera el caso, el podólogo debe diseñar una plantilla personalizada para la fascitis plantar que permita eliminar la tensión de la fascia y evitar recaídas.
Otro factor importante es la adopción por parte del paciente de posturas y hábitos correctos, la realización de estiramientos y el uso de calzado adecuado, tanto en su día a día como cuando vaya a desempeñar cualquier actividad deportiva.
Para conseguir una buena salud del pie, es importante consultar a un podólogo. Si quieres ver más noticias como esta te invitamos a visitar nuestra página web o seguirnos en redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter y Linkedin).