Nuestros pies no paran en todo el día, una de las lesiones o dolencias más comunes en la metatarsalgia. En COPOMUR contamos cuáles son sus síntomas ¡Sigue leyendo!
Metatarsalgia: Qué es y cuáles son sus síntomas
La metatarsalgia es una afectación que produce dolor e inflamación en el metatarso, bola situada entre la zona media de la planta del pie y el nacimiento de los dedos. El metatarso es un punto sobre el que más apoyamos nuestro peso al caminar o correr, esto puede ocasionar dolores o lesiones en el pie. Este tipo de lesión suele aparecer por la sobrecarga de la cabeza de los metatarsianos, provocando dolor intensificado al caminar o apoyar esta zona del pie. También existen otras causas como deformidades en los pies o el uso de zapatos demasiado ajustados o demasiado grandes.
El dolor suele remitir en reposo, pero si no es tratado de forma temprana por un podólogo el dolor puede afectar tanto al caminar como tan solo al apoyar el pie. Habitualmente suele ir acompañada de durezas o callosidades en la planta del pie, pudiendo producir los clavos plantares (tienen un aspecto similar al de las verrugas plantares).
Tipos de metatarsalgia
Existen tres tipos de metatarsalgia:
- Mecánica: debido al exceso de presión en las cabezas metatarsiales.
- Compresiva: causada por la compresión de los nervios que discurren entre los huesos metatarsianos (Neuroma de Morton).
- Inflamatoria: dolor causado al presionar la articulación entre los metatarsianos y los dedos.
Síntomas
La metatarsalgia se manifiesta con durezas y callosidades, provocando en el paciente una sensación de dolor punzante cercano a los dedos de los pies y que aumenta especialmente cuando se camina descalzo, sobre superficies duras y durante la práctica de ejercicio.
El paciente que sufre metatarsalgia, generalmente, siente un dolor importante en el antepié, en la región plantar. por lo que a veces este dolor es confundido con artritis o fascitis plantar. Sin embargo, también puede producirse en la región dorsal del pie. Su principales síntomas son:
- Dolor fuerte, continuo e intenso justo detrás de los dedos de los pies.
- El dolor suele empeorar al ponerse de pie, correr, doblar el pie o caminar, especialmente descalzo por superficies duras.
- Las molestias y dolor suele mejorar cuando descansas.
- Hormigueo, dolor agudo o punzante, o entumecimiento en los pies.
- Sensación de tener una piedra en el zapato.
Los síntomas de esta lesión suelen empeorar al caminar y al finalizar la jornada de trabajo de pie. Como consecuencia del dolor que se siente, se tiende a caminar evitando el dolor, moviendo el pie y soportando el peso sobre el otro pie, esta compensación puede hacer que aparezcan otros síntomas como dolor de cadera o espalda a largo plazo.
Causas de la metatarsalgia
La causa más común en la metatarsalgia es una mala mecánica en la fase de despegue al caminar, que consiste en elevarse sobre los dedos. Esto produce una presión excesiva sobre la cabeza de los metatarsianos, lo que provoca inflamación y dolor. Existen otras causas como el uso de calzado inadecuado, especialmente con tacón excesivo y estrecho, la edad y el sobrepeso también son factores que influyen. La metatarsalgia está causada por:
- Actividad o entrenamiento intenso: Los corredores de larga distancia, deportistas de élite, bailarinas, etc. Cualquier actividad física en la que el la parte delantera del pie absorbe una fuerza considerable, además de por el tipo de calzado utilizado y desgastado.
- La forma del pie: un arco plantar puede hacer una presión adicional sobre el metatarso. Lo mismo que ocurre cuando se tiene el segundo dedo más largo que el dedo gordo, produciendo que se desplace más peso de lo normal a la cabeza del segundo hueso metatarsiano.
- Deformidades en el pie: al usar un calzado inadecuado, demasiado pequeño o de tacón puede deformar el pie (dedo doblado hacia abajo, bultos hinchados, juanetes…) que pueden causar metatarsalgia.
- Sobrepeso: cuanto mayor peso, más peso tendrá que soportar la parte delantera de nuestro pie al movernos, esto significa una mayor presión en los metatarsianos.
- Calzado inadecuado y tacones: los zapatos ajustados o de tacón alto transfieren peso adicional a la parte delantera del pie. Esta es una de las mayores causas de matatarsalgia en las mujeres. Los zapatos de punta estrecha o deportivos que no ofrezcan un buen soporte y amortiguación también pueden contribuir a esta lesión.
- Fracturas: especialmente pequeñas fracturas en los huesos metatarsianos o de los dedos de los pies que pueden ser dolorosas y cambian la forma en la que apoyamos el peso del pie.
- Neuroma de Morton: Este tipo de lesión afecta a los metatarsianos y se produce a consecuencia de una compresión de dos ramas del nervio plantar a su paso por el tercer internetatarsiano.
Casi todas las personas pueden padecer este tipo de lesión en el pie, sin embargo existen factores con mayor riesgo de padecerlo:
- Practicar deportes de alto impacto que incluyan correr o saltar.
- El ballet.
- Usar zapatos de tacón alto, zapatos que no se ajustan adecuadamente, algunos tipos de calzado deportivo.
- Sobrepeso o obesidad.
- Tener el dedo en martillo, callos en la planta del pie.
- Artritis inflamatoria, reumatoide o gota.
Tratamiento y prevención
La metatarsalgia se puede tratar, por ello es fundamental acudir a un podólogo que pueda diagnosticar y establecer el tratamiento adecuado para esta lesión. En los casos más leves:
- Aplicar frío varias veces al día.
- Prescripción médica de anti inflamatorios.
- Reposo o cambiar los hábitos deportivos.
- Cambiar de calzado por uno más anatómico y flexible.
- Usar plantillas personalizadas prescritas por tu podólogo para reducir los puntos de presión.
Cuando estos tratamientos no sirven, puede requerir de un tratamiento más directo con infiltraciones, terapia física, electroterapia o hasta intervención quirúrgica (osteotomía). Una adecuada prevención puede ayudar a evitar este tipo de lesiones. Para ello, debemos tener un peso saludable, actividad física moderada, usar calzado adecuado y realizar un estudio de la pisada para conocer la forma en la que pisamos y prevenir así algunas lesiones. Además de acudir a revisiones periódicas con tu podólogo para detectar y tratar cualquier problema a tiempo.
Para conseguir una buena salud del pie, es importante consultar a un podólogo. Si quieres ver más noticias como esta te invitamos a visitar nuestro blog o seguirnos en redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter y Linkedin).