Seguro que alguna vez se os ha dormido el pie sin una causa aparente. Aunque en la mayoría de casos es algo sin importancia, en COPOMUR queremos contaros por qué se duermen los pies y cómo podemos evitarlo ¡Sigue leyendo!
¿Por qué se me duermen los pies?
El adormecimiento u hormigueo en los pies es una sensación habitual que, a veces, experimentamos sin motivo aparente. Normalmente suelen ser en ocasiones puntuales, por lo que no tiene más importancia, sin embargo, puede ser el indicador de algo más serio. Si el problema se repite de forma continuada es recomendable contactar con nuestro podólogo para que pueda examinar y establecer un diagnóstico adecuado o derivar a otro especialista.
Aunque no existe una causa concreta de por qué nos sucede esto, lo cierto es que las causas más habituales del adormecimiento del pie suelen ser alteraciones neurológicas y vasculares. A continuación os contamos un poco más.
Origen mecánico
El uso de calzado inadecuado produce deformidades, sobrecargas en el pie por un mal apoyo, lesiones en los pies que pueden conducir a una compresión continuada de algunas zonas del pie, provocando que se nos duerma, a esto se le conoce como parestesia. Es importante usar un calzado adecuado que se ajuste a nuestro pie sin comprimirlo y que tenga una buena amortiguación. Además, debemos valorar nuestros hábitos de conducta postural para garantizar el correcto apoyo y posición del pie. Consultar a un podólogo, puede ayudar a localizar la causa del adormecimiento del pie y poner tratamiento.
Origen neurológico
Otra de las causas que pueden producir el adormecimiento de los pies, son de origen neurológico. Los problemas neurológicos afectan a la conducción nerviosa y la estructura encargada de transmitir la señal (los nervios). Los nervios son los encargados de mandar las señales a la médula espinal y el cerebro.
Algunas enfermedades o patologías pueden generar este problema: nervios dañados por el plomo, alcohol, tabaco o algunos fármacos. Algunas toxinas en determinados alimentos como el marisco, o infecciones víricas también afectan. Por ello, es importante establecer un diagnóstico y tratar el origen. Esta afectación al nervio también contempla patologías como:
- Esclerosis múltiple.
- Neuromas, tumores que se generan en la estructura nerviosa.
- Neuropatías periféricas, el problema se genera desde el pie hacia la zona superior.
- Problemas de comprensión nerviosa causados por pinzamientos del nervio (hernias discales, síndrome del seno del tarso, etc.)
Origen vascular
Otra de las causas del adormecimiento de los pies puede ser de origen vascular, es decir, por problemas de circulación en pies y piernas como:
- Retorno venoso
- Hipertensión
- Arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias)
- Trombosis (problemas de colapso del torrente sanguíneo)
- Microcirculación afectada por el frío, síndrome de Reynaud
- Congelaciones leves por el frío
Sin embargo, también puede ser causado por algunos hábitos propios, como usar un calzado inadecuado o demasiado ajustado que comprima excesivamente el pie y a su vez las ramas nerviosas propiciando el entumecimiento.
¿Cómo podemos evitar el adormecimiento de los pies?
Para evitar que se nos duerman los pies en COPOMUR os dejamos algunos consejos:
Utiliza calzado adecuado
Para una correcta salud del pie es muy importante utilizar calzado cómodo y adecuado. Lo recomendable es utilizar un calzado fabricado con materiales que se adapten lo máximo posible sin comprimir ni oprimir. Con la utilización de calzado confortable evitamos la aparición de juanetes y dedos en garra, entre otras alteraciones causadas por la compresión del pie.
Cambiar de posición
Debemos movernos de vez en cuando y no adoptar una misma postura durante un tiempo prolongado. Mantener durante mucho tiempo la misma postura provoca que las arterias de las piernas se comprimen. Cruzar las piernas mientras estamos sentados, por ejemplo, puede generar una compresión vascular sobre las arterias, impidiendo un flujo sanguíneo correcto. Si notamos como el pie se nos duerme hay que cambiar de posición, evitando posturas en las que se puedan bloquear las arterias.
Masajear pies y piernas
Los masajes ayudan a mejorar la circulación del pie. Al final del día podemos realizar un masaje favoreciendo el retorno venoso, es mejor empezar por los dedos de los pies y que actúe a modo de drenaje hacia el talón y la pierna. Los baños de contraste (agua fría y agua caliente) ayudan a restablecer la circulación, haciendo que las arterias y las venas aumentan su actividad de aporte y retorno sanguíneo.
Realizar revisiones periódicas con el podólogo puede ayudar a localizar cualquier lesión o problema en el pie. Si la sensación de hormigueo permanece debemos contactar con un especialista que examine a fondo nuestro caso y determine un diagnóstico adecuado.
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